Diferencias entre las distintas tecnologías de iluminación
Desde la invención de la bombilla incandescente en 1.878 por Joseph Swan, los dispositivos de iluminación han ido evolucionando sobre todo en los últimos años. La tecnología LED ahora en auge nos permite iluminar de forma mucho más eficiente y económica, a la vez que respetamos en gran medida el medio ambiente.
Las lámparas incandescentes son las más comunes por su bajo coste y su facilidad de uso. El funcionamiento de estas lámparas se basa en hacer pasar una corriente eléctrica por medio de un filamento de wolframio; este filamento alcanza temperaturas muy elevadas en las que se emiten radiaciones que son visibles para el ojo humano. Estas lámparas son las de mayor consumo energético, tienen una vida útil de 1.000 horas y una excelente reproducción del color.
Las lámparas halógenas tienen el mismo principio de funcionamiento que las lámparas incandescentes, pasar la corriente eléctrica por un filamento, con la diferencia de que en su interior contienen un compuesto halógeno que evita que se evapore el wolframio del filamento y se deposite en la ampolla.
De esta forma se mejora la vida y la eficiencia de la lámpara y su vida útil aumenta hasta 2.000 o 3.000 horas. Estas lámparas proporcionan luz de alta calidad con muy buena reproducción cromática y de alta intensidad por lo que se emplean en zonas que requieran una iluminación especial, las que hemos llamado zonas de representación.
Hoy en día existen halógenas dicroicas de bajo consumo. Este tipo de lámpara es el halógeno más utilizado ya que se trata de su versión eficiente que proporciona las mismas características de iluminación con mayor vida útil, unas 5.000 horas, con un 40% menos de consumo.
Las lámparas fluorescentes se componen de un tubo de vidrio que contiene una cantidad pequeña de gas. La luz se consigue por excitación del gas al someterlo a una descarga eléctrica entre dos electrodos. Esta tecnología necesita un equipo auxiliar para funcionar aunque este equipo puede venir integrado. Estas lámparas consumen hasta un 80% menos que las incandescentes y tiene una vida útil entre 8 y 10 veces mayor.
Las llamadas lámparas de bajo consumo son en realidad lámparas fluorescentes compactas. Sobre la tecnología de los tubos fluorescentes se reduce el tamaño y se integra el equipo auxiliar para poder sustituir directamente las tradicionales lámparas incandescentes utilizando el mismo casquillo. Su consumo y su vida útil son similares a las fluorescentes.
Por último tenemos la tecnología LED. Si la comparamos con la mayoría de tecnologías de convencionales veremos que nos ofrece una mejor calidad de la iluminación debido al elevado índice de reproducción cromático y a la gran variedad de temperaturas de colores disponibles.
Una lámpara LED es una lámpara de estado sólido contrariamente a los filamentos y las descargas de gases, que utiliza Diodos Emisores de Luz como fuente luminosa. Su nombre viene de las siglas en inglés Light Emitting Diode. Las lámparas LED están compuestas por agrupaciones de diodos, en mayor o menor número según la intensidad luminosa deseada.
Un LED es un diodo que emite luz cuando la corriente pasa a través de él. Actualmente consiguen rendimientos luminosos son muy elevados. Su duración depende de la temperatura de funcionamiento y la corriente de alimentación, aunque en general es superior al resto de tecnologías. Dentro de esta tecnología podemos diferenciar tres tipos de LED que serán objeto de análisis en un artículo posterior.
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