Eficiencia y ahorro energético
A menudo los términos de eficiencia y ahorro energético se presentan unidos en una misma frase como si se tratara de lo mismo. Pero son dos conceptos distintos que hay que analizar para comprender mejor su aplicación en el campo de la edificación.
El ahorro energético significa únicamente consumir menos, pero no indica cómo. Por ejemplo se puede consumir menos a costa de un menor confort, apagando ciertas instalaciones. Efectivamente hay un ahorro energético, pero también una merma en las condiciones de habitabilidad. Otro ejemplo es el contar con algún equipamiento de muy elevado coste que nos haga consumir menos. También tendremos un ahorro energético, pero a costa de una inversión excesiva que no amortizaremos jamás.
Eficiencia energética significa emplear los recursos energéticos de la mejor manera posible. En nuestro caso supone alcanzar el mejor compromiso entre inversiones y consumes manteniendo los niveles de confort. La instalación más eficiente será la más racional.
No son términos contrapuestos. La eficiencia energética nos llevará sin duda a un ahorro energético, pero no al mayor ahorro posible, sino al más racional teniendo en cuenta las inversiones que haya que acometer y los niveles de confort que haya que mantener.
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