
El final del proceso innovador: la puesta en marcha
Hemos visto en artículos anteriores el proceso que siguen las ideas desde su nacimiento hasta su evaluación final. Llegados a este punto, ¿qué pasa, ya está todo hecho? No, ahora hay que ponerla en práctica.
La ejecución material es la última fase del proceso innovador y hasta que no está completada no podemos decir que nuestro proyecto ha visto la luz. Pero como todo, esta fase también tiene su metodología.
En función del tipo de idea la puesta en marcha puede ser relativamente sencilla o extremadamente compleja. Lo ideal es hacer un Plan de Negocio donde se aborden los aspectos básicos de marketing, comercialización, recursos necesarios, previsiones económicas y de tesorería, y necesidades de financiación.
En función de la estructura de cada organización la puesta en marcha puede ser un proceso más o menos dificultoso. A una organización consolidada y con muchos medios puede resultarle relativamente sencillo poner en marcha sus nuevos proyectos, mientras que a una startup con pocos recursos le puede parecer una tarea tremendamente complicada.
En greendök creemos que lo importante es no obviar estas fases ya que en caso contrario estaremos poniendo las primeras piedras del fracaso. Si no tenemos recursos lo que hemos de hacer es buscarlos y encontrarlos, para lo cual hemos de saber vender nuestra idea.
Por el contrario si conseguimos una puesta en marcha con todos los pilares bien asentados el proyecto tendrá muchas más posibilidades de éxito.
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