Sin visión de futuro no hay visión, o al menos esta es incompleta. La visión de futuro es el escenario futuro que tomamos como punto de referencia para orientar las acciones de nuestra organización. Este escenario está compuesto por objetivos y tareas. Dado que las segundas son consecuencia de los primeros nos centraremos ahora en ellos.
Los objetivos del escenario futuro son objetivos de orientación. Ello significa que pretenden dar respuesta a los retos del futuro. Por ejemplo, “realizar todas las expediciones de la semana dentro de plazo” no es un objetivo de orientación, responde a los retos del presente. Sin embargo, “diseñar un nuevo producto que responda a una nueva necesidad detectada en el mercado” o “desarrollar un nuevo sistema de gestión de expediciones para que todas salgan automáticamente en plazo” sí que es un objetivo de orientación ya que responde a las necesidades del futuro.