Aplicaciones de la energía solar fotovoltaica
Las aplicaciones de la energía solar fotovoltaica son muchas y hay que tener en cuenta diferentes factores tal y como hemos visto en anteriores artículos. Desde grandes plantas fotovoltaicas para la producción de energía eléctrica a gran escala hasta una pequeña célula fotovoltaica situada en una calculadora.
Una aplicación cada vez más común es la utilizada en comunidades de vecinos, oficinas, industria o viviendas unifamiliares, como obtención de energía eléctrica para el autoconsumo. Ya que se consigue una energía eléctrica limpia y gratuita el único inconveniente es la inversión inicial, pero con un pequeño estudio se comprueba que en poco tiempo se tiene totalmente amortizada la instalación. Incluso según la normativa vigente se podría verter la posible energía sobrante producida y venderla a la compañía eléctrica.
El uso en edificios aislados es muy útil ya que la inversión necesaria para colocar unas placas solares en la cubierta de una granja, un chalet en la montaña o en un hotel en un paraje apartado, es mucho menor que la que costaría llevar allí la red eléctrica, además del impacto estético que esto produciría en el entorno.
De forma aislada también se pueden usar para pequeñas aplicaciones como bombeo de agua, iluminación de boyas para señalización marítima, señalización en carreteras, parquímetros, antenas para telecomunicaciones, farolas, etc. Cada vez es más frecuente este tipo de uso para elementos aislados que pueden funcionar exclusivamente con la aportación solar sin necesidad de hacer llegar a ellos la red eléctrica.
Hoy en día se están estudiando otras aplicaciones novedosas como es su uso en automoción. En este caso se puede presentar de dos formas diferentes: directa e indirecta. La directa consistiría en colocar sobre el vehículo placas solares que harían que el coche avanzara mediante la energía eléctrica producida por éstas, mientras que la indirecta sería la de preparar estaciones de autoservicio para coches eléctricos alimentadas por paneles solares que recargaran la energía del mismo.
Otra importante aplicación la tenemos en el desarrollo de zonas desfavorecidas. Este tipo de energía puede ser crucial a la hora de llevar a países subdesarrollados electricidad, ya que pocos son los inversores que están interesados en crear grandes plantas de producción de energía eléctrica en estos países y con las placas fotovoltaicas se podría dotar de electricidad a pequeñas aldeas o núcleos urbanos para fines básicos, como por ejemplo el bombeo de agua para el consumo, o tener una iluminación mínima. Y todo ello con un coste perfectamente asumible.
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