Rentabilidad de la microcogeneración I
El análisis de la rentabilidad de una instalación de microcogeneración lo haremos siguiendo las consideraciones expuestas en el anterior artículo sobre la rentabilidad en instalaciones de ahorro energético. Como vimos entones lo dos ratios fundamentales a tener en cuenta son el pay-back de la instalación y su TIR. En este artículo presentaremos un primer análisis simple de la rentabilidad de las instalaciones de microcogeneración, y en un artículo posterior haremos un segundo análisis más complejo.
La rentabilidad de una instalación de microcogeneración viene dada por los siguientes factores: el ahorro en la factura eléctrica, los costes de operación y la sobreinversión realizada.
El ahorro en la factura eléctrica es el que se produce por la electricidad que dejamos de comprar al producir nuestra propia electricidad. Su importe vendrá dado por el precio del kwh que estamos pagando a la compañía eléctrica multiplicado por las horas de funcionamiento de nuestra instalación, teniendo en cuenta la discriminación horaria que tengamos en nuestra tarifa.
Los costes de operación son básicamente dos: el combustible que consume el motor, que generalmente será gas natural, y el coste de mantenimiento. No obstante del consumo del motor habrá que imputar únicamente la parte correspondiente a la generación eléctrica ya que parte del combustible se emplea en producir calor tiene otro fin. El importe será el precio kwh que estemos pagando a la compañía de gas, multiplicado nuevamente por las horas de funcionamiento del motor.
El programa de mantenimiento del motor establece unas revisiones con un coste fijo en un intervalo de horas de operación determinado; por lo tanto el coste de mantenimiento podemos expresarlo como un coste por hora multiplicado por las horas de funcionamiento.
Por último, la sobreinversión realizada dependerá de muchos factores en función de la tipología y casuística de la instalación. No obstante, a efectos de este análisis simple consideraremos que es la diferencia de inversión entre nuestra instalación de microcogeneración y la instalación de una caldera convencional capaz de satisfacer la misma demanda térmica.
En resumen vemos que tanto el ahorro en la factura eléctrica como los costes de operación dependen de las horas de funcionamiento y de hecho ambos se pueden expresar como el producto de un determinado factor multiplicado por dichas horas. Sin embargo, la sobreinversión realizada en principio es independiente de estas horas de funcionamiento.
Para realizar el análisis de rentabilidad debemos disponer los flujos de caja a lo largo del tiempo. El primero de ellos será la sobreinversión como un flujo negativo, y continuación tendremos los ahorros en la factura eléctrica como flujos positivos y los costes de operación como flujos negativos.
El balance de estos flujos de caja nos dará el pay-back y la tasa interna de rentabilidad o TIR de la instalación. Hay que recordar que el pay-back es el periodo en el que recuperamos la sobreinversión con los ahorros netos conseguidos (ahorros menos costes de operación), y la TIR es el porcentaje de rentabilidad que nos dan dichos ahorros netos contra la sobreinversión realizada.
Llegado este punto hay que plantear una reflexión que a la luz de lo expuesto resulta evidente sobre las instalaciones de microcogeneración: su rentabilidad está directamente relacionada con las horas de funcionamiento de la instalación.
Hemos pretendido únicamente hacer un análisis simple y conceptual de la rentabilidad de estas instalaciones. En un próximo artículo presentaremos un análisis más complejo.
Imagen cedida por Steelcase.
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