Dimensionado de una instalación de energía solar térmica
El correcto dimensionado es un aspecto crítico de las instalaciones de energía solar térmica. Para entenderlo bien primero vamos a hacer un par de consideraciones.
En primer lugar los captadores recogen todo el calor que el sol les suministra. Si este calor no lo empleamos en algo los captadores irán sobrecalentándose y al final se estropearán. La conclusión es que el calor que recogemos del sol hay que emplearlo en algo o disiparlo de alguna forma.
La segunda consideración es que cuando más necesitamos calor es cuando menos sol hace. Es decir, para satisfacer todas nuestras necesidades de calor en los peores momentos necesitaríamos mucha capacidad de captación. Hay que recordar que aunque el cielo esté nublado siempre se produce una cierta captación de calor ya que la radiación solar es capaz de atravesar las nubes.
En definitiva hay dos factores contrapuestos, la necesidad de captación cuando más calor se necesita y la necesidad de emplear todo el calor captado cuando más sol hace y por tanto menos calor se necesita.
El correcto dimensionado de la instalación parte de la curva de demanda térmica a lo largo de todo el año. El segundo dato a tener en cuenta es la radiación solar media en la localidad donde se ubique la instalación, tomada también a lo largo de todo el año. Estos dos datos han de balancearse hasta encontrar el mejor compromiso entre ellos jugando con una serie de factores de diseño.
Estos factores son básicamente el tipo de captadores, su número, su orientación y la capacidad de acumulación. Los tres primeros nos determinan la capacidad de captación de calor, mientras que el segundo nos permite tener un colchón para adaptar el calor recogido a la demanda térmica.
El resultado es una instalación que nos permita la máxima captación solar en los momentos de mayor demanda térmica, sin que en los momentos de mayor exceso de captación se alcancen nunca temperaturas de funcionamiento que puedan llegar a deteriorar los captadores.
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