Energía fotovoltaica en oficinas, una opción interesante
El aprovechamiento de la energía del sol en el sector de oficinas resulta particularmente interesante por la coincidencia de horarios. Las oficinas están en funcionamiento durante casi todas las horas de sol lo cual permite un elevado número de horas de operación a la instalación y por lo tanto una excelente amortización.
La demanda energética en oficinas está formada por tres factores fundamentales: la iluminación, la climatización y la instalación eléctrica para aparatos ofimáticos. Mientras que el primero y el último demandan energía eléctrica la climatización puede realizarse por otros medios, aunque es muy frecuente la utilización de bombas de calor capaces tanto de calentar como de refrigerar y que también funcionan con energía eléctrica.
En definitiva el diseño de las instalaciones en una oficina puede realizarse de forma que la curva de demanda energética sea exclusivamente de energía eléctrica coincidiendo además en gran medida con las horas de radiación solar.
Una instalación fotovoltaica en este caso puede funcionar exclusivamente para autoconsumo garantizando un elevado número de horas de operación al año. Incluso para las horas de funcionamiento de la oficina donde no hay sol se puede implantar un sistema de baterías que “guarde” durante un tiempo la energía generada de forma que también en esos momentos disfrutemos de la electricidad procedente del sol.
La rentabilidad de una instalación fotovoltaica viene determinada por tres factores: el ahorro conseguido en la compra de electricidad a la compañía eléctrica, los costes de operación y mantenimiento y la amortización de la instalación. El segundo de ellos es prácticamente despreciable ya que las instalaciones fotovoltaicas apenas tienen partes móviles sometidas a desgaste y mantenimiento. Y en el caso de las oficinas el ahorro conseguido será muy elevado gracias al número de horas de operación, motivo por el cual la instalación tendrá una alta rentabilidad.
Una instalación fotovoltaica en una oficina nos permite realizar la climatización con energía procedente de fuentes renovables lo cual es especialmente interesante si tenemos elevadas necesidades de refrigeración. Por lo general las energías renovables permiten un uso directo en aplicaciones de calefacción pero para refrigerar requieren técnicas adicionales. Con la energía fotovoltaica podemos refrigerar directamente con bombas de calor.
Hay que señalar que los lugares con mayor demanda de refrigeración son aquellos donde hace mucho calor y por lo tanto mucho sol en verano. Con una instalación fotovoltaica en los momentos de más sol tendremos más generación pero además es cuando tenemos mayor demanda. Por lo tanto la instalación estará perfectamente equilibrada.
La utilización de bombas de calor en climatización no tiene por qué hacernos renunciar al mayor confort. Los modernos sistemas aire/agua permiten la utilización de tramas radiantes refrescantes en lugar de los tradicionales conductos favoreciendo el bienestar de los usuarios y ayudando de esta forma a mejorar la productividad y la competitividad de las organizaciones.
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