Oficinas de alto rendimiento energético
El primer paso para lograr un alto rendimiento energético en un local de oficinas es la planificación del mismo. Tradicionalmente la planificación de espacios se ha basado en criterios estéticos y funcionales (por este orden) y rara vez se ha tenido en cuenta su posterior comportamiento energético.
Vamos a poner el ejemplo de una pequeña oficina situada en una planta elevada de un centro de negocios. Dando a fachada en la mejor ubicación tenemos el despacho de gerencia y una gran sala de reuniones. Ambos gozan de excelentes vistas y luz natural, pero apenas están ocupados el 20% del tiempo. En la zona interior, sin luz natural está el pool operativo, donde trabajan cerca de 20 personas con luz artificial durante todo el horario laboral. Simplemente cambiando la distribución de los espacios esta oficina tendría mucho menos consumo por el aprovechamiento de la luz natural de quién realmente lo necesita.
Este sencillo ejemplo nos ilustra cómo la planificación puede influir en el comportamiento energético del local. Hoy en día existen técnicas de planificación muy sofisticadas que nos permiten sacar el máximo partido energético al local.
Pero está claro que una planificación no puede realizarse exclusivamente por criterios energéticos, deben tenerse en cuenta también otros criterios organizativos y funcionales, incluyendo los criterios estéticos. El mejor resultado lo tendremos con un equipo de diseño multidisciplinar que sea capaz de encontrar el mejor compromiso entre todos estos factores.
Imagen cedida por Steelcase España.
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