Bueno, bonito, barato: el desafío
Cuántas veces hemos oído esta frase que casi siempre nos hace ya sonreír. Sin embargo vamos a analizarla porque hoy en día es exactamente lo que nos está pidiendo el mercado.
De la época de prosperidad nos hemos acostumbrado todos a lo bueno; para el cliente que ha probado una determinada calidad luego es muy difícil asumir un nivel inferior, y si se ve forzado a hacerlo por motivos económicos siempre mantendrá el anhelo de recuperar el estatus anterior. Y también lo queremos bonito; queremos una presentación excelente y ser atendidos de forma súper amable ya que es algo que nos reconforta en el proceso de compra y a lo que también nos hemos acostumbrado y a lo que por tanto nos resulta difícil renunciar.
Pero la época de crisis nos ha enseñado a comprar barato. Ya no estamos dispuestos a pagar cualquier precio por algo que queremos; ahora vamos a analizar exhaustivamente el precio porque queremos dar valor a nuestro dinero, tener más por menos. En definitiva, queremos el bueno, bonito, barato.
El reto de las empresas hoy en día es ser capaces de ofrecer las tres cosas a la vez: la calidad a la que está acostumbrado el cliente, presentada de la forma que quiere el cliente, pero con precios impensables hace unos años. El reto en definitiva de ser más competitivos.
Imagen cedida por Steelcase.
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