La visión de la organización, punto de partida del diseño de tu oficina
Si te estás planteando cambiar el diseño de tu oficina seguramente te habrás preguntado cuál debería ser tu punto de partida. Lo habitual es pensar en las personas que la ocupan y lo que hacen en su día a día y tratar de replicar esas mismas funciones con otros productos añadiendo algún concepto que hayas visto en algún lado. Es muy fácil que vayas distorsionando estas ideas con alguna otra que únicamente responda a tus deseos subjetivos y no a una necesidad real operativa o funcional de tu organización.
Si al final completas este proceso tendrás una nueva oficina, con las mismas virtudes y defectos que antaño salpicados con ciertas concesiones que responden más bien a deseos subjetivos que a necesidades reales. Y si con ello pretendías cambiar algo en tu organización probablemente lo único que hayas cambiado sea el aspecto.
Si lo que quieres es cambiar de verdad y que tu nuevo espacio de respuesta a los retos presentes y futuros de tu empresa el punto de partida es la visión de la organización.
La visión completa de la organización define dos escenarios: el presente donde te desenvuelves actualmente y el futuro hacia el que quieres ir. Cada escenario dibuja una serie de objetivos y tareas que delimitan y configuran vuestra forma de trabajar.
El escenario presente puede además arrojar otro dato significativo: el validar si las tareas que realizas están realmente alineadas con tus objetivos o no; no se trata únicamente de inventariar lo que haces en el escenario presente, sino lo que deberíais hacer y que tal vez no estéis haciendo.
Es importante tener la visión completa de los dos escenarios ya que tu nuevo espacio deberá dar respuesta a los retos de ambos. Un espacio diseñado únicamente para el presente no funcionará correctamente cuando vayan cambiando tus formas de trabajar fruto de la implementación de los cambios necesarios en el nuevo escenario.
El análisis de los objetivos y tareas en ambos escenarios te definirán diferentes necesidades para todos los empleados: privacidad, concentración, confidencialidad, colaboración (formal o informal), trabajo distendido, atención a clientes o proveedores, formación, espera o incluso necesidades lúdicas o de esparcimiento. Además la hablar de dos escenarios, uno presente y uno futuro, las necesidades serán dinámicas y cambiantes.
Este debe ser el auténtico punto de partida para el diseño de tu nueva oficina. Si lo haces así tu nuevo espacio estará preparado para dar soporte a los retos que plantea tu organización tanto en el presente como en el futuro.
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