Mamparas divisorias de oficina: cuándo sí y cuándo no
A la hora de planificar un espacio surge siempre la gran duda de dónde compartimentar y dónde no. La proliferación de las mamparas de oficina hacen que la compartimentación sea cómoda, sencilla y reversible, motivo por el cual en cierto momento existió una fiebre de la compartimentación, del mismo modo que en el extremo contrario estuvo de moda en su día el concepto de oficina paisaje donde no había ninguna compartimentación.
Entonces, ¿qué es mejor, compartimentar o dejar espacios diáfanos? La respuesta la tenemos en la planificación de espacios. Una adecuada planificación debe partir del estudio de las necesidades de cada usuario.
En las organizaciones existen necesidades de comunicación y trabajo en equipo que nos llevan a espacios abiertos, pero también hay necesidades de concentración, privacidad o confidencialidad que requieren espacios cerrados. La solución adecuada siempre será una solución mixta con diferentes espacios que cubran cada una de estas necesidades.
De esta forma utilizaremos las mamparas selectivamente para dar respuesta a las necesidades que requieran compartimentación del espacio.
Es importante que las mamparas divisorias de oficina tengan una serie de características relacionas con la facilidad de montaje y desmontaje, la acústica, la reacción al fuego y su versatilidad de uso, como las que tienen los populares sistemas UR803 y UR902.
Imagen cedida por Steelcase.
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