Bienestar en climatización y consumo casi nulo, la ecuación ideal para un hotel
En un hotel tenemos que combinar la mejor experiencia para los clientes con un nivel de coste asumible. El correcto equilibrio entre ingresos y gastos es la clave para que cualquier unidad de negocio funcione. Pero ¿existe una ecuación perfecta que proporcione las mejores prestaciones con el mínimo gasto? Vamos a comprobarlo. El mayor nivel de confort en climatización lo obtenemos con las tramas radiantes refrescantes situadas en techos, suelos o paredes que en el caso de un establecimiento hotelero pueden integrarse perfectamente en el entorno. Con las tramas radiantes refrescantes gozamos de una distribución completamente uniforme de temperaturas, sin corrientes de aire, sin ruidos y completamente invisible. Por supuesto la regulación se puede hacer a nivel de habitación como con cualquier otro sistema. La energía necesaria para alimentar las tramas radiantes refrescantes la podemos tomar directamente del sol de forma gratuita mediante dos sistemas: la combinación de energía termosolar y absorción para la producción de frío, o bien la combinación de energía fotovoltaica con bombas de calor aire/agua. En ambos casos el consumo del sistema será casi nulo ya que la mayor parte de energía utilizada proviene del sol. El primer sistema se basa en tomar directamente el calor del sol para producir agua caliente que utilizaremos en el circuito de calefacción en invierno, y con la que generaremos agua fría en verano mediante técnicas de absorción para que el mismo circuito trabaje en modo refrigeración. Al tener una curva de demanda uniforme durante todo el año resulta más fácil el correcto dimensionado de la instalación. El segundo sistema se basa en producir energía eléctrica a partir del sol para accionar los compresores de bombas de calor aire/agua que generen agua fría en verano y caliente en invierno para alimentar el circuito de refrigeración/calefacción. De igual forma al estabilizar la curva de demanda durante todo el año el dimensionado de la instalación es más favorable. La única limitación es disponer del espacio suficiente para colocar los paneles solares. Si ello es así podemos tener un hotel con el mayor bienestar en climatización y un consumo energético casi nulo.
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