La privacidad en un entorno cambiante
La privacidad es un concepto que hoy en día está volviendo al diseño de espacios de trabajo. Superada la etapa de la oficina paisaje donde los empleados simplemente estaban en pool abierto el siguiente paso fue fomentar la colaboración y la interacción de los trabajadores.
Ambos conceptos implicaban espacios abiertos. Los espacios cerrados tradicionalmente estaban asociados al estatus y con la llegada de los nuevos códigos culturales llegaron a estar completamente denostados. La abolición de las jerarquías y la llegada de las funciones trajeron consigo la demolición de los despachos.
Sin embargo ciertas necesidades como la concentración o la confidencialidad persisten en las organizaciones. Vuelve así el concepto de privacidad pero con un enfoque distinto al tradicional: no se trata de evidenciar diferencias jerárquicas sino de cubrir necesidades funcionales.
Ahora bien, estas necesidades son cambiantes en el tiempo. Nos movemos en un entorno dinámico y las organizaciones de éxito se adaptan continuamente a los cambios. Nuestro espacio debe estar preparado para dar soporte a los mismos y la privacidad es un concepto que no escapa a esta realidad.
Por eso las soluciones de compartimentación empleadas deben ser dinámicas, flexibles y capaces de cambiar con nosotros. Por ejemplo no son adecuados los tabiques de fábrica de ladrillo que quedan incorporados al inmueble y que reflejan el antiguo concepto de privacidad ligada al estatus.
Las soluciones modernas están basadas en las llamadas mamparas de oficina. Son tabiques ligeros, desmontables y reutilizables que no solo no quedan incorporados al edificio sino que nos permiten cambiar su distribución tantas veces como queramos. De esta forma nuestra solución de privacidad podrá modificarse con el tiempo según varían nuestras necesidades funcionales.
Es precisamente la movilidad la característica que mejor define una mampara de oficina, entendiendo por tal la capacidad de desmontar y volver a montar todos sus elementos en otra ubicación manteniendo todas sus prestaciones. Además es importante que las piezas adicionales que se precisen para una determinada reubicación encajen perfectamente en el conjunto por lo que son especialmente aconsejables los productos de fabricación estandarizada frente a otros más o menos artesanales.
Una mampara de oficina que se monte y desmonte como un mecano, que no tenga problemas de continuidad de piezas y que no sufra alteraciones con los traslados y reubicaciones será el producto ideal para dar repuesta a los cambios en las necesidades de privacidad que tenga nuestra empresa a lo largo del tiempo.
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