El trabajo confidencial y de concentración puede resultar complicado en un entorno abierto. Por lo tanto, los espacios de colaboración deberían proporcionar zonas para realizar tareas individuales y que requieren concentración. Estas zonas pueden diseñarse de diversos modos teniendo en cuenta las necesidades acústicas y visuales que se precisen.
De esta forma, el despacho privado se puede delimitar utilizando el mobiliario, como pueden ser paneles divisorios o elementos de clasificación y archivo; o mediante elementos constructivos como sería el caso de la mampara.