El éxito de un proyecto empresarial depende en gran medida del grado de implicación de los trabajadores. Pero esto no es un concepto subjetivo, sino que debe basarse en criterios científicos y objetivos.
Para ello los espacios deben dar soporte a las 4 formas en que realizan su trabajo los llamados cuellos blancos: Concentración, Colaboración, Aprendizaje y Socialización (The Knowledge Creating Company, Nonaka y Takeuchi). A través de estas 4 formas de trabajar se crean y usan dos tipos de conocimiento: explícito y tácito. El primero es un conocimiento formal que se plasma documentos, procedimientos y manuales, mientras que el segundo está formado por las experiencias íntimas y personales de cada uno y se transmite por voz y lenguaje corporal de forma directa e indirecta.